A pesar de los avances en trámites on line, Bolivia está en los últimos lugares en disminuir procesos administrativos, las personas que realizan trámites ocupan 11 horas en oficinas estatales para obtener un documento, según el informe titulado: “El fin del trámite eterno: Ciudadanos, burocracia y gobierno digital”, elaborado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Un trámite digital le cuesta al Gobierno hasta 98% más barato que un trámite presencial. Sin embargo, sólo 3 países de América Latina ofrecen más del 50% de sus trámites en línea: Brasil, Uruguay y México, según el informe.
Sin embargo, en Bolivia se ingresó en la tramitación mediante internet y se habilitaron páginas de instituciones públicas para facilitar los procesos administrativos de las empresas y ciudadanos. La encargada de plasmar el gobierno electrónico es la Agencia de Gobierno Electrónico y Tecnologías de Información y Comunicación (Agetic). Para difundir los medios que utiliza para acelerar su labor, lo está efectuando mediante seminarios y encuentros con la ciudadanía, así como con instituciones públicas y privadas.
El documento del BID relata el caso de una testigo, que tuvo que pasar muchas horas y tiempo, 11 meses, para renovar su cédula de identidad, hasta que se cansó y acudió al soborno para acelerar su trámite. Dos semanas después de obtener la cédula de identidad falleció la señora Domitila. La historia fue documentada por el Gobierno en 2011, en el marco del concurso denominado “El peor trámite de mi vida”, que fue organizado por el Ministerio de Transparencia Institucional y Lucha contra la Corrupción.
“El trámite “obtener la partida de nacimiento, registrar una propiedad, iniciar una construcción, o abrir un negocio, por ejemplo” es lo que conecta a los ciudadanos y las empresas con el Gobierno. Puede parecer un asunto menor, pero con los miles de trámites que las instituciones públicas despachan y los millones de trámites que las personas y las empresas hacen todos los años, merece nuestra atención”, expuso Ana María Rodríguez-Ortiz, gerente Sector de Instituciones para el Desarrollo Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Asimismo, sostiene que los trámites rápidos impactan positivamente en el clima de negocios, en la percepción ciudadana del Estado y en el acceso a servicios y programas públicos de primera necesidad. Con los trámites eficientes, todos ganan.
La reforma que parece mágica “la simplificación y digitalización de trámites” es una tarea que debería estar entre las prioridades de todos los gobiernos. Sin embargo, en la región, aun no es así, lamentó la señora Rodriguez-Ortíz.
Ante un trámite difícil, los ciudadanos se ven obligados a efectuar largas esperas y cumplir un sinfín de requisitos complejos, entre ellos pagar sobornos a un funcionario público para acelerar su trámite o tirar la toalla (renunciar al trámite, y por ende al beneficio que hubiera conllevado).
MEDICIÓN
Tomar el bus, hacer fila, esperar en ventanilla, leer un aviso, llenar un formulario, mandar una carta, incluso aprender a utilizar una página web y gestionar un trámite puede llegar a ser muy engorroso.
La complejidad en el funcionamiento de la burocracia se traduce en el hecho que hacer un trámite toma un promedio de días o de muchas horas (4-5). Las diferencias entre países son notables. Por ejemplo, mientras que en Bolivia completar un trámite conlleva más de 11 horas, en Chile una transacción equivalente puede hacerse en algo más de 2 horas (Latinobarómetro, 2017).
Pero el proceso se complica debido a que no sólo cuentan las horas que toman hacer trámites, sino la cantidad de viajes que debe hacerse a las oficinas públicas, los requisitos múltiples que se exigen, la necesidad de dejar papeles en persona y la falta de claridad con respecto a la información, contribuyen a que los ciudadanos tengan que ir a la oficina pública (o a varias oficinas públicas) más de una vez para obtener lo que buscan. Bolivia y Perú tienen el porcentaje alto en esta materia.
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