Familiares de menores de edad denuncian excesivo trámite burocrático para la extensión de permisos de viajes, los cuales son verificados en pocas oportunidades dentro los motorizados.
Desde la pasada semana existe gran afluencia de los progenitores en las terminales de buses, si bien desciende en cantidad, la molestias se mantiene, ante la serie de trámites y papeleos que deben presentar, por una a dos semanas de vacaciones.
PADRES SEPARADOS
Unos de los reclamos constantes es que los padres y madres solteras, divorciadas o viudos, que han enfrentado algún conflicto con su pareja o que este se haya desentendido de sus hijos, ahora deba ser buscado y para solicitarle un permiso de viaje, factor que en algunos casos se convierte en una revictimización para los menores.
“Cada vez es lo mismo para mis hijos, como están aún chiquitos, ellos le solicitan que firme el permiso a su padre y este se hace rogar, es el colmo, mis hijos saben que su padre no le interesa nada, no quiere ni siquiera dar las pensiones y por culpa de estos trámites, yo debo buscarlo y sus hijos sufren con esa negativa”, explica Mirta Mamani, madre de dos menores, quién se ve obligada a presentar dos testigos, cada vez que sus hijos salen de vacaciones y quieren pasar su tiempo en la casa de sus abuelos en Cochabamba.
POCO CONTROL
Para Mamani y otras 25 madres de familia que el fin de semana, hicieron fila en puertas de la defensoría de la terminal de buses, se convierte el trámite en un viacrucis de poco resultado, porque advierten que los tratantes de personas, no suelen hacer uso de buses de servicio público, porque en las trancas policiales, tampoco existen controles.
“En vano nos piden tantos trámites, solo en fotocopias me han pedido que saque una copia de mis testigos, como son dos menores, debo presentar cuatro testigos, dos de cada uno, para el colmo la fotocopia de mi cédula de identidad y de su padre que no lo vemos desde que nos abandonó, pese a ello, están sus abuelos para garantizar el viaje de mis hijos, pero el papel no lo han revisado en los controles que hacen al bus, en las trancas, ni en la terminal cuando han llegado, es pura burocracia inútil, que no garantiza seguridad, sino papeleo nada más”, lamentó Graciela Paredes, quien está atenta a la conclusión de las vacaciones de invierno, donde nuevamente surgirá la molestia de hacer fila y presentar permisos se incrementará.
NORMA OBLIGATORIA
En la terminal de buses, la defensoría asegura que dicho procedimiento se enmarca en la norma, pero asegura que no es responsabilidad de esta instancia que la Policía Nacional y otros controles en trancas, no revisen ni soliciten dicha documentación.
“Nosotros cumplimos con la norma, es por eso que pedimos a los padres de familia que deban, con anticipación solicitar su trámite”, explica una de las funcionarias.
Tanto en la terminal de buses de La Paz, en la ubicada en Puente Minaza, que sale a los Yungas, como en la ciudad de El Alto, las dos terminales urbana y provincial, las solicitudes de permiso de viaje, se demora de dos a tres horas, pero la revisión de los permisos, pocas veces se exige en el trayecto o al llegar a destino.
Aunque muchos padres están descontentos por la burocracia, hay otros que valoran estos requisitos, pero piden mayor celeridad en los trámites o simplificar los requisitos, en muchos casos los menores se quedaron con las ganas de viajar en vacaciones por falta de un documento.
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