Las largas filas y los cobros ilegales agobian a la gente

EL DEBER - www.eldeber.com.bo En ciudades como La Paz, Cochabamba y, sobre todo, Santa Cruz, las filas cotidianas para la obtención de algún documento han hecho colapsar los servicios en reparticiones públicas por la inusitada demanda de la población. La realidad más agobiante se palpa desde hace algunos días en el Servicio General de Identificación Personal (Segip), en Migración y en los puntos de la inspección técnica vehicular. En menor grado en el Registro Civil y en algunos establecimientos educativos por la inscripción para el nuevo año escolar. Ante esta situación, personas inescrupulosas convertidas en tramitadores y ‘vendepuestos’ medran a costa de los demandantes en complicidad con algunos funcionarios, tal como lo reconoce una autoridad. En el caso del Segip, el director ejecutivo, Antonio Costas, en entrevista con EL DEBER, admitió que la atención al público quedó colapsado en Santa Cruz, por la gran cantidad de personas que demandan el documento de manera desproporcionada en los últimos días. El viceministro de Educación, Juan Quiroz, informó de que estas filas son promovidas por personas que luego venden los espacios a padres de familia afligidos que buscan un cupo para sus hijos. “Fueron estas mismas personas las que hicieron circular el rumor de la cédula de identidad y el certificado de nacimiento con el sello de ‘Estado Plurinacional’ como requisitos para la inscripción, lo que ocasionó la estampida de padres de familia en el Segip y en Registro Civil”, agregó. Desinformación “La gran demanda es atribuible a una desinformación en los centros educativos que ocasionó que los padres se vuelquen a nuestras oficinas. Ayer (por el jueves) alcanzamos el récord de 12.351 cédulas emitidas en el país; entonces estamos ampliando los horarios de atención y el número de operadores en las oficinas, pero siendo una demanda tan inusual, nos sentimos rebasados”, reconoció Antonio Costas. La directora interina del Segip en Santa Cruz, Roxana Ibarnegaray, explicó que el jueves se tramitaron 1.850 cédulas de identidad en la capital cruceña, cuando lo normal ronda las 1.200. Ibarnegaray está convencida de que mucha gente origina caos fuera del Segip central al desechar los servicios de la entidad que funcionan en la Pampa de la Isla, en la Villa Primero de Mayo y en el Plan Tres Mil. Asimismo, atribuye las interminables filas a que las personas se amontonan en dichas oficinas a pagar la papeleta valorada en las dos ventanillas del Banco Unión, siendo que pueden hacerlo en las demás agencias de la mencionada entidad financiera. “Eso nos está causando enormes molestias. Hay una fuerte presión para los operadores, que tienen que trabajar más de ocho horas y se cansan. El calor es insoportable en estas oficinas, Santa Cruz es así por sus condiciones tropicales”, se quejó Ibarnegaray, que vino desde La Paz a tomar el puesto del renunciante William Padilla. La joven Carmen Rosa Loayza y el adulto Pedro Rodríguez parecen dar la razón a la directora interina del Segip, puesto que en la larga fila de ayer, mientras avanzaba a paso lento, manifestaron que llegaron desde el Plan Tres Mil. “Vengo del barrio Unión Terrado a tramitar mi carné. Llegué a las 6:00, pero estoy lejos de entrar. No sabía que en el Plan hay oficina para sacarse la cédula”, dijo Rodríguez. Juan Marca se metió a las 5:00 en la fila para pagar el boleto valorado, mientras su amigo Neftalí Pilco hizo lo propio, para ganar tiempo, en la cola para ingresar al trámite. “Hemos venido dos para avanzar rápido. Estoy ayudando a mi amigo a sacar su carné y espero que él lo haga cuando me toque”, dijo Marca. Ambos llegaron desde la urbanización Cotoca, en cuya jurisdicción hay oficina del Segip en la Subalcaldía del distrito 6. Migración es una de las instituciones públicas que registra mayor saturación por demanda de servicios. Los vendedores ambulantes en las afueras de las instalaciones afirmaron que a partir de diciembre se han incrementado las filas. Desde ese tiempo la gente llega desde las 3:00. “De nada sirve que lleguemos temprano y estemos primeros en la fila porque la gente se mete. Es la segunda vez que trato de renovar mi pasaporte porque la primera vez no me atendieron”, reclamó la estudiante Davinia Rodríguez. Ayer hasta las 10:00 había una fila con unas 100 personas, en su mayoría estudiantes que requerían sacar y renovar sus pasaportes. A excepción del Segip y de los puntos de inspección técnica vehicular, a media mañana se comprobó que ya no había colas largas en los puntos del SOAT ni en las oficinas de Registro Civil. Situación similar se constató en las distribuidoras de cemento, donde incluso este producto está a la venta en las calles. Los comerciantes afirmaron que el cemento importado de Perú ha contrapesado el déficit. Es una demanda insatisfecha Para el politólogo Carlos Cordero, las interminables filas representan la demanda insatisfecha de la ciudadanía, y al mismo tiempo la falta de previsión, de eficiencia y de planificación de la administración pública del Gobierno central. En este sentido, apuntó que la salud está a punto de colapsar por no haber suficientes médicos y camas, por lo cual la gente tiene que hacer largas colas para ser atendida. El exvicepresidente de la Corte Departamental Electoral José Ernesto Zambrana atribuyó que este problema es originado por no respetar el ordenamiento jurídico, las normas establecidas y el Estado de derecho. “El Estado de derecho es el más vulnerado”, dijo En el segip pasa de todo ganancia de...comerciantes Fuera del Segip los comerciantes montan a diario sus puestos de venta aprovechando la muchedumbre. Hay venta de todo tipo de comidas, de refrescos, venta de tarjetas de celulares, de fólders de cartón o de plástico, lustrabotas, cambistas, etc. Las colectivas, al acecho También medran con la situación al menos dos registros civiles, que mandan a sus empleados a dotar de ‘colillas’ (vista rápida de certificados de nacimiento), uno de los requisitos para obtener el carné. Atestado de vehículos Fuera de Identificación, que comprende el edificio de Tránsito, no hay espacio para estacionar motorizados, puesto que el pequeño parqueo se llena con los vehículos de los policías que trabajan en Tránsito y en Recaudaciones. Corrupción Aunque la mayoría de las personas no se anima a denunciar, es un secreto a voces que fuera del Segip hay tramitadores que ofrecen sacar licencias de conducir y carnés desde Bs 150. Los ‘vendepuestos’ obtienen Bs 70 por un espacio. Nuevas instalaciones Antonio Costas, director nacional del Segip, explicó que en Santa Cruz se construirán las nuevas oficinas en un terreno donde funcionaba el local Mau Mau, ubicado en el primer anillo, entre las calles Rafael Peña y 21 de Mayo. La infraestructura será entregada el 24 de septiembre de 2013, si no hay contratiempo. Oficinas descentralizadas El Segip cuenta con sitios de atención en las subalcaldías de la Pampa de la Isla, de la Villa Primero de Mayo y en el Plan Tres Mil, además de la central. Tenemos la cultura de retrasar plazos Carlos Soria / SOCIÓLOGO DE LA UAGRM El problema de las filas tiene que ver con tres factores principales. El primero es la cultura que tenemos de predisponer, de hacer las cosas a último momento. Eso significa una irresponsabilidad cultural por no asumir ciertos compromisos y dejar todo para última hora. En segundo lugar, existe una burocracia del Estado, porque una institución que está encargada de realizar cierto servicio no lo hace de una manera ágil y eficiente. Y si no atienden bien, automáticamente se arman las colas. El tercero tiene que ver más con los mecanismos que proporciona la institución estatal para agilizar el proceso. En este caso, los funcionarios públicos pueden tener la más buena voluntad para hacer el trabajo, pero si no cuentan con los mecanismos necesarios, como el material, obviamente que van a trabajar ineficientemente. Esta cultura de hacer todo a último momento podemos reflejarla en la revisión técnica vehicular. Los policías trabajan de manera muy ineficiente por no estar preparados tecnológicamente. Yo me encontré con un oficial que no estaba capacitado para manejar su instrumento de trabajo porque no sabía utilizar la computadora. Sin duda, esto demuestra que estamos en una sociedad muy ineficiente por la burocracia de las instituciones públicas, problema por el cual las empresas estatales quebraron y se las privatizó en 1995. Después, el Gobierno de Evo (Morales) dijo que eran instituciones explotadoras y las volvió a nacionalizar (a partir de 2006) para que el Estado sea nuevamente el administrador. Con lo expuesto, ahora vemos los resultados