Niñas, niños y adolescentes se beneficiarán con la campaña de carnetización que ayer comenzó el Servicio General de Identificación Personal (Segip) en el municipio de Potosí.
El acto de inauguración se llevó a cabo en la unidad educativa Santa Rosa, a donde asistieron las principales autoridades educativas.
El reto trazado en esta campaña de identificación, según el responsable del Segip Potosí, Henry Morodías, es eliminar la indocumentación.
Dijo que la labor que se inició ayer tiene un alto contenido social para las niñas, niños y adolescentes y evitar el flagelo de la trata y tráfico de personas.
“El objetivo es claro, de beneficiar a los niños, no solo de la capital sino también del área rural”, dijo. Luego anunció que visitarán 200 unidades educativas de la Villa Imperial para carnetizar a los estudiantes.
El proyecto se hizo realidad a través del convenio de cooperación interinstitucional firmado entre el Ministerio de Educación y el Segip.
La entrega de cédulas de identidad debió comenzar en febrero de la presente gestión, pero por motivos técnicos no se cumplió.
Sin embargo, en ese mismo mes se inició en La Paz, El Alto y Cochabamba. En las tres ciudades se entregó 59.000 cédulas de identidad a los alumnos.
Henry Morodías solicitó a los padres de familia unirse a la campaña coadyuvando a que sus hijos puedan acceder al cané de identidad. Los requisitos son: certificado de nacimiento, carta de autorización hacia el director del Segip y la boleta de depósito de los 17 Bolivianos, que cancelarán en cualquier entidad bancaria.
“Estamos gestionando la construcción de nuestro edificio que, seguramente, se va hacer realidad de aquí a unos años y nos pueda garantizar la atención cálida, eficiente, rápida y oportuna a todos los ciudadanos potosinos”, explicó.
No obstante, no se dio a conocer qué cronograma se regirá para la identificación.
Sólo se sabe que ayer comenzó en la unidad educativa Santa Rosa.
Después del principal acto, las niñas de esta unidad educativa fueron las primeras en recibir su cédula de identidad, y dejaron de ser indocumentadas.
Sonrisas y júbilo
Las niñas más pequeñitas que recibieron por primera vez su carné de identidad no ocultaron su alegría y sus risas al presumir sobre su documento personal.
“¡Mira, mira!”, dijo una niña a su compañera con quien compartieron la vistosidad de la cédula de identidad.
“Yo salí bien en la foto, y ¿tu?”, le dijo a su compañera. La otra replicó: “yo también”. Luego juntas presumieron con sus demás compañeras.
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